Un buen susto

Por desgracia el campo se cobra muchas víctimas. La mayoría de estas muertes se produce por el vuelco del tractor. Un día leí una información en la  cual un agricultor había muerto arrollado por su propio tractor. A mí aquella noticia me sorprendió porque no entendía cómo lo podía haber arrollado su propio vehículo.

Pues algo parecido estuvo a punto de ocurrirme a mí el otro día. Estaba terminando de labrar los almendros cuando aculé el tractor cerca de un ribazo. Llevaba bastante hierba seca en el cultivador y para evitar que se embozara aún más, bajé a quitarla.

Me detuve cerca de un montón de troncos de almendros que he tenido que arrancar y que he dejado cerca de un ribazo para quemarlos. Para no tener que ir haciendo montones por todo el campo, aprovecho donde hay algunos y los termino de completar. Así a la hora de quemar los restos de poda y demás vegetación, evito que haya muchos montones encendidos. Aunque la quema agrícola tiene los días contados y nos van a obligar muy pronto a triturar.


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El tractor lleva inversor hidráulico, con lo cual no es necesario embragar para ir hacia adelante, hacia atrás o cambiar de grupo. Realmente es muy cómodo porque te evitas ir pisando el embrague continuamente y cuando llevas muchas horas subido al tractor se agradece.

A veces me falla la marcha atrás y tengo que hacer filigranas para que se conecte. Acciono las marchas del grupo hasta que vuelve a conectarse.

Como en ese momento no funcionaba proveché que estaba cerca de un ribazo para quitar la hierba del cultivador. Bajé sin percatarme de que la marcha atrás estaba conectada. En ese momento no iba porque como digo falla algunas veces. Por eso no se puso en marcha. Lo que tenía que haber hecho y no hice es o bien poner el freno de mano, parar el motor o simplemente dejarlo en punto muerto. Un despiste que en un momento dado te puede costar la vida.

Cuando hice fuerza al estirar para quitar la hierba que había acumulada en el cultivador, se debió desbloquear la marcha atrás y el tractor recorrió unos metros sin conductor.

Yo me encontraba  en ese momento justo detrás, quitando la hierba. Por suerte pude esquivarlo, me golpeó en la pierna, pero no quedé atrapado y como buenamente pude me subí lo más rápido que pude al tractor en marcha para evitar que cayera por el ribazo. Conseguí frenarlo. Si me atrapa una rueda o simplemente pierdo el equilibrio, el tractor hubiera pasado por encima de mí.

Estaba claro que ese no era mi día.

 

 


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