Profesores

La educación y la enseñanza que recibimos por parte de profesores a lo largo de nuestra vida escolar y universitaria van a ser fundamentales en nuestro desarrollo posterior, no solo como profesionales sino sobre todo como seres humanos. A la generación a la que pertenezco nos educaron en valores éticos y morales que hoy se han perdido por completo. En el colegio y en la universidad nos forman para ser los mejores en nuestro trabajo, pero sobre todo también para ser buenas personas. Yo estudié en un sistema educativo donde se valoraba más el aprendizaje memorístico que la comprensión. Recitábamos de memoria los temas como papagayos. Hoy los métodos de aprendizaje han cambiado sustancialmente. También la sociedad en su conjunto. Antes se valoraba mucho más el esfuerzo. Si el profesor te ponía un cero o un muy deficiente en un examen es porque no habías estudiado lo suficiente. Tampoco era posible pasar de curso con asignaturas colgadas de otros años. Si era así, repetías curso. Una falta de ortografía en un examen era suspenso seguro. Los profesores no tienen la autoridad que tenían entonces. El docente era la máxima autoridad en la clase y, por tanto, había que respetarle. Nosotros siempre nos referíamos a los profesores de usted. Todavía hoy y ha llovido mucho desde entones, me cuesta tutearles cuando los veo. Ahora los alumnos van pasando de curso con asignaturas colgadas de años anteriores y así nos va. Estamos a la cola en muchas materias. Una de las muchas razones por las que ha fracasado nuestro sistema educativo son las innumerables leyes educativas, ocho en total, que ha habido en nuestro país, dependiendo del Gobierno de turno se cambia de ley como de camisa. Siempre ha sido así. El fracaso ha sido básicamente porque nunca se ha consensuado ninguna ley con la comunidad educativa. La instrumentalización política de la educación lleva al fracaso. Desde 1980, España ha tenido ocho leyes educativas y ninguna ha perdurado en el tiempo. Asignaturas fundamentales como la filosofía, el latín o el griego han desparecido de nuestro sistema educativo y en su lugar han sido sustituidas por otras como educación para la ciudadanía. Ya no se nos enseña a pensar ni a ser críticos. De las muchas cosas que les quiero agradecer a mis padres es que nunca escatimaron recursos para darme la mejor formación posible. Y en este sentido espero no haberles defraudado. Me llevaron a un magnífico colegio, como es el Colegio El Vedat, donde cursé EGB y BUP. Tuve muy buenos profesores, de los que guardo un magnifico recuerdo: Don Benjamín LLopis, don Miguel Galbis, don Vicente Caballero, don Xavier Albiol, don Justo Díaz, don Juan Carlos Sebastián, don Juan Cabellos, don Manuel Moya, don Santiago Sanjuán, don Carlos Jarque, don Jesús González, y un largo etcétera. Todos ellos nos trasmitieron valores y principios que luego cuando ya nos hemos hecho mayores nos hemos dado cuenta de su verdadera utilidad. Quiero aprovechar estas líneas para mandarle un fuerte abrazo a don Pedro Joaquín para que se recupere lo antes posible y desearle una pronta recuperación.