Feijóo se equivoca de discurso

Se equivoca Alberto Núñez Feijoo cambiando el discurso de la moderación con el que llegó a la presidencia del PP (“No vengo a insultar a Sánchez, vengo a ganarle”) por otro muy distinto que nada tiene que ver con el Feijóo moderado y dialogante, que busca el enfrentamiento y la polarización. A Feijóo se le ha caído de la agenda la política económica del Gobierno que frente a los que opinaban que íbamos hacia una recesión y anunciaron el apocalipsis; los datos económicos y de empleo, a pesar de la pandemia y de la guerra en Ucrania, son bastante buenos. El último lo hemos conocido estos días y hace referencia a la tasa de desempleo del mes de abril. El desempleo ha bajado en cerca de 74.000 personas con 238.436 afiliados a la Seguridad Social más que sitúa a la SS por encima de los 20 millones de personas dadas de alta. El paro se sitúa por debajo de los 2,8 millones por primera vez desde 2008. Unos datos que no son para echar cohetes, la tasa de empleo juvenil sigue siendo muy alta, pero, desde luego, que sitúan el paro en España bastante mejor de lo que vaticinaban algunos agoreros que votaron en contra de la reforma laboral. Aunque las encuestas le van bien al PP, tanto a nivel autonómico y municipal, como en las generales del mes de diciembre, Feijóo está cayendo en el discurso de Pablo Casado de mirar más a su derecha que al centro político. A Feijóo le pesa mucho Vox, pero también Isabel Díaz Ayuso. Se puede hacer política desde la oposición de forma leal y constructiva, ofreciendo alternativas. Reconociendo los éxitos del Gobierno que, sin duda, ha hecho cosas mal, como la reforma de la sedición o la malversación o apoyarse en los independentistas, pero negar los hechos lo único que hace es restarle credibilidad.