Agustí Garzó, un excelente profesional del periodismo

Los medios de comunicación no escapan a la crisis, como cualquier otra empresa está sujeta a los vaivenes del mercado.

La digitalización, las nuevas tecnologías,… han acabado por hundir la prensa en papel.

En los últimos meses hemos visto como cabeceras de referencia como Las ProvinciasEl País o El Mundo recortaban plantillas a través de los famosos ERTE o cerraban delegaciones.

Este periódico en el que llevo colaborando desde hace varios años no ha sido una excepción.

Empecé a colaborar en el periódico Levante EMV cuando Ricard Gallego era el director de comarcas de La Vall d’Albaida. Entonces eran colaboraciones muy esporádicas.

Tras la marcha de Gallego como jefe de prensa del actual alcalde de Ontinyent Jorge Rodríguez se incorporó al frente de la delegación de Xátiva Agustí Garzó que ha permanecido en su puesto hasta estos días que ha sido objeto de un ERTE, como muchos de sus compañeros de profesión.

A parte de mis colaboraciones periodísticas, un blog y  una sección fija en este mismo diario bajo el nombre: Desde  Els Alforins, donde escribo con total libertad sobre temas varios pero, sobre todo, sobre caza y agricultura, me une por encima de todo una gran amistad con Agustí Garzó.

Quería aprovechar estas líneas para agradecerle la libertad que siempre me ha dado para escribir sobre lo que quisiera y sobre todo en un tema tan delicado como es la caza y que tan mala  prensa tiene. Nunca me ha censurado absolutamente nada. Pocos periódicos, por no decir ninguno, dan visibilidad a un tema como es la caza. Garzó lo incorporó al periódico como una sección más de interés a través de mis crónicas.

Garzó me parece un magnífico profesional del periodismo, un todoterreno, que maneja a la perfección todos los géneros periodísticos. Tomo prestadas unas palabras de Xavier Aliaga que lo define como un periodista de escritura prístina y precisa, mucha gracia para titular y la memoria de un súper procesador.

No andamos sobrados de buenos profesionales y Garzó ha sido uno de ellos. Solo espero y deseo  que la vacante que ha dejado sea solo de manera temporal y se reincorpore lo antes posible a su puesto como director.

Agustí tengo que agradecerle además la paciencia que ha tenido conmigo durante todos estos años. Había días que llegaba a la redacción y tenía el correo desbordado de artículos míos, muchos de ellos repetidos.

Antes en las redacciones  había correctores linguísticos.  Podías mandar artículos con faltas de ortografía o falta de signos de puntuación, que luego eran supervisados y corregidos por el corrector.  Agustí hacia también esta función. Lo sé porque una vez publicado el artículo suelo compararlo con el original y he visto signos de puntuación donde antes no los había y alguna mala sintaxis corregida.

He aprendido mucho a su lado. Espero verte muy pronto.


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