De nuevo con los conejos y sin soluciones para el campo


Estos días estamos aprovechando el buen tiempo para abonar los almendros y la viña. He replantado mil sesenta plantones de almendros que se habían secado por exceso de agua, tras la última DANA. Tan malo es que no llueva como que lo haga en exceso. Los más de 170 litros que cayeron en el mes de enero del año pasado anegaron campos enteros, provocando lo que se conoce como asfixia radicular. Si no cambian las previsiones meteorológicas se anuncian lluvias torrenciales también para este fin de semana con más de 150 litros por metro cuadrado. Consecuencias desastrosas del cambio climático que estamos padeciendo.

Ha sido precisamente abonando los almendros cuando Rafa se ha dado cuenta de que los conejos se están comiendo todos los plantones. No les pusimos protectores porque en esa zona nunca ha habido conejos hasta ahora.

Como se puede ver en la fotografía que ilustra este texto, los conejos roen la corteza de los plantones hasta secarlos.


Donde más atacan los conejos es en las zonas próximas al monte porque allí tienen el refugio cerca. También aprovechan las zonas arenosas de linderos para excavar grandes madrigueras, donde si no es con un hurón es imposible sacarlos. Allí encuentran un hábitat perfecto: refugio y comida.

Estos días leía precisamente en este mismo periódico, el daño que los conejos están ocasionando en las plantaciones de viñedo de Utiel, donde los gazapos se están comiendo las partes secas de las vides, como la corteza de los troncos y los pulgares. La planta está aun sin vegetación.

Ahora que llega la primavera es la época más delicada. Hay muchos gazapos y conejas apunto de parir. En pocos días empieza la brotación de la viña, tras el letargo del invierno y la siembra comienza a despuntar. Manjar asegurado para los conejos.

Voy a hablar con la sociedad de cazadores de Fontanars dels Alforins para pedir un permiso y poder salir con el hurón. En Moixent todavía se puede cazar al conejo. Han prorrogado su caza debido a la alta densidad de lagomorfos.

Hace unos años ya tuve que poner cerca de dos mil protectores en la viña. Concretamente en un campo de garnacha tintorera. No me gustan demasiado los protectores porque a pesar de que les pongas una varilla o una caña para asegurarlos, cuando hace un poco de viento, los arranca.

Aún así, mañana sin falta vamos a poner protectores a todos los plantones para evitar que sigan haciendo de las suyas.

El daño que los conejos causan en la agricultura es la eterna batalla que libran agricultores, cazadores y Conselleria. Unos daños que se elevan a varios millones de euros y que las asociaciones agrarias están cansadas de denunciar y que casi siempre caen en saco roto.

 

 

 

 

 


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