Cuando la reconciliación fue posible
Han colgado en Facebook una fotografía en la que puede verse al escritor José María Pemán y al poeta Rafael Alberti estrechándose la mano. La foto está tomada en los carnavales de Cádiz de 1981, cinco días después del intento de golpe de Estado del 23F.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Una imagen de concordia y de superación de la terrible Guerra Civil que enfrentó a los españoles en dos bandos y que explica que por encima de las diferencias ideológicas, la reconciliación es posible aunque algunos ahora se empeñen en reabrir viejas heridas y volver al discurso del odio y del enfrentamiento guerracivilista.
En España hace falta recuperar aquel espíritu que caracterizó la Transición de concordia y de paz, donde gente de ideales políticos contrapuestos fue capaz de caminar hacia adelante y asentar los pilares de la democracia y del estado de Derecho, del que todavía hoy disfrutamos.
Tomo prestadas estas palabras de Mariano del Mazo de Unamuno que ha colgado en su muro y que suscribo totalmente:
Esta foto es un testimonio más del espíritu de reconciliación y concordia que presidió la convivencia política entre personas que procedían de posiciones muy distintas, enfrentados trágicamente en nuestra Guerra Civil. Que vengan una serie de indocumentados, sectarios y ventajistas a intentar echar por tierra el esfuerzo de cerrar viejas heridas para volver a encender la mecha de la cizaña y el veneno es tan irresponsable y tan poco serio que solo queda decirles que nos dejen en paz. Que se vayan con su discurso de odio a su casa. Y que no envenenen más el ambiente colectivo.
José María Pemán ha vuelto a ser actualidad no porque se fomente su lectura en las escuelas, lo cual hubiera sido una excelente noticia, sino porque el alcalde de Cádiz ha ordenado retirar la placa conmemorativa que había en su casa natal de Cádiz, atendiendo a esa nefasta Ley de Memoria Histórica.
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