¿Qué hacemos con los animales que van a dejar de salir en las fiestas?
La Comunidad Valenciana prohibirá la presencia de animales en ferias y fiestas. Más o menos este era el titular de una noticia publicada en un medio de comunicación local.
A primera vista todo el mundo, amante de los animales, apoyaría esta medida. Y lo mismo pasa con los animales en el circo. Nadie quiere ver a leones enjaulados o a osos vestidos con minfifalda haciendo malabarismos.
El gran problema que estriba en esta medida es qué hacemos con esos animales que por desgracia no se pueden llevar de nuevo a la selva, entre otras razones porque muchos han nacido y crecido en cautividad y, por tanto, llevarlos a un hábitat natural que sería lo deseable significaría su propia muerte porque no saben conseguir su propia comida ni enfrentarse a un mundo que les es absolutamente ajeno.
Lo digo solo a modo de reflexión porque muchas veces se anuncian medidas, pero sin saber realmente sus consecuencias.
Hemos visto como después de anunciar la prohibición de animales en el circo, muchos los han abandonado al no poderlos mantener, incluso los han tenido que sacrificar.
Por ejemplo, le presencia de camellos en las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent o de cualquier otro municipio, también de elefantes, pero cito al camello porque suele ser el animal más habitual que participa, supone un sustento económico para el dueño del animal que gracias a ese dinero que recibe lo alimenta y cuida.
Si ese animal deja de salir en las fiestas o en cualquier otro evento, ¿quién pagará después su mantenimiento? Los mismos que anuncian que no podrán salir más animales en ferias y fiestas? Me temo que no.
Lo que sí debemos exigir es que esos animales estén bien cuidados y alimentados y bajo un exhaustivo control veterinario.
Comentarios
Publicar un comentario