Fin a una campaña de vendimia complicada por la climatología

Esta campaña se me ha hecho particularmente larga, pese a que la vendimia se ha adelantado unas semanas debido al calor. Empecé vendimiando la garnacha tintorera. Una parcela de 3,90 hectáreas que reestructuré hace unos años. Antes había plantado tempranillo, pero lo tuve que arrancar por la yesca. No hay ningún tratamiento efectivo para combatirla. Hace unos años se podía echar el arsénico de sodio, pero lo prohibieron por ser una sustancia cancerígena. La yesca es una enfermedad que afecta a la madera provocada por un hongo. Las empresas químicas siguen investigando, pero hasta la fecha no han sacado ningún producto efectivo. El tempranillo es muy sensible a este hongo. Esta es la segunda vendimia de la garnacha tintorera. Durante la monda le quité bastante uva para que las cepas no padecieran por la sequía.
Máquina vendimiando un campo de cabernet en Fontanars dels Alforins (Foto: PS) En plantas jóvenes y, sobre todo, en secano conviene quitarles uva y que no vayan muy cargadas para que no padezcan en exceso y más en un verano tan caluroso como el que hemos tenido, donde las plantas se resienten doblemente. La tintorera es una variedad que produce bastante, pero le cuesta coger grado. Este año debido al mal tiempo no pude echar abono. La gran sorpresa ha sido el cabernet franc. La campaña pasada no pude vendimiarlo porque cogió oídio y se echó a perder toda la cosecha. La previsión de producción era hacer en torno a 10.000 kilos. Me quedé corto. Ha salido una producción record de 10.000 kilos hectárea, con buen grado y excelente calidad. La parcela tiene 2,5 hectáreas. La otra variedad que hay plantada en la finca: el cabernet sauvignon ha sido bastante irregular. El campo que hay plantado en la zona de la solana ha dado un buen grado, pero, sin embargo, pocos kilos. La culpa puede ser del injerto que ha fallado o del patrón de la planta: SO4. Un pie que requiere mucha humedad y en terrenos secos va bastante mal. Este campo lo planté en 2015. Las plantas son muy desiguales. Las hay que apenas levantan del suelo. En los otros tres campos que hay plantados en la finca de cabernet sauvignon ha ocurrido todo lo contrario. De kilos ha ido bastante bien, pero no ha tenido grado. También el año pasado estos campos se vieron afectados por el oídio y apenas hubo cosecha. Este año no ha habido nieblas por la mañana ni cambios bruscos de temperatura y el calor ha hecho que no proliferaran las plagas. El viernes cayeron 16 litros y nosotros vendimiamos unos días después, concretamente el lunes. La uva absorbió el agua y eso hizo que bajara el grado. Fin a una campaña año complicada que ha terminado bastante mejor de lo que preveía por las inclemencias meteorológicas con mucho calor en verano y una fuerte sequía. El campo, otra vez más, vuelve a sorprendernos gratamente. Muchas veces me pregunto cómo es posible que con tanta sequía, las plantas o los árboles en el caso de los olivos o los almendros puedan seguir dando sus frutos.

Comentarios

Entradas populares