El numerito de Vox
Si no fuera porque más de 3,6 millones votaron a la formación de Santiago Abascal sería para tomárselo en broma. Con 52 diputados es la tercera fuerza política en el Parlamento español. Las encuestas de intención de voto de cara a las próximas elecciones generales vaticinan un gobierno PP-Vox que rozaría la mayoría absoluta.
Hoy en el Congreso de los Diputados, la formación ultraderechista ha vuelto a protagonizar un espectáculo, que yo me atrevo a calificar de charlotada cuando sus diputados han abandonado sus escaños en el momento en que el presidente de Colombia Gustavo Petro iba a tomar la palabra.
No era necesario aplaudir su discurso, pero el hecho de abandonar sus escaños me parece una falta de respeto intolerable en una democracia como la española y sobre todo hacia un dirigente y un país con el que nos unen muy buenas relaciones diplomáticas.
Petro fue elegido democráticamente en las elecciones de junio de 2022, por un estrecho margen de votos frente al candidato de la derecha Rodolfo Hernández. Unas elecciones limpias y democráticas que se decantaron por el candidato de izquierda Gustavo Petro, tras décadas de gobiernos conservadores.
Colombia no es una dictadura, como sí lo es Venezuela, Nicaragua o Cuba. Tampoco Petro es un dictador, como sí lo son sus homólogos Nicolás Maduro, Daniel Ortega o Díaz Canel, heredero de Castro.
Imagínense la que se montaría en el Congreso, si cada vez que interviene una fuerza política, el resto de formaciones abandonara sus escaños porque el político que toma el uso de la palabra defiende una ideología contraria a la nuestra.
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