Baja producción y bajos precios para la almendra
Si no pasa nada y el tiempo lo permite porque anuncian algo de lluvia para estos próximos días, el lunes empezaré con la recogida de la almendra. Una campaña marcada nuevamente por los bajos precios. Muchas variedades como la comuna, la guara, la belona, la vairo, la antoñeta, la constantí o la Lauranne cotizan por debajo de los tres euros. Esto unido a una cosecha muy corta como consecuencia de la sequía y a unos costes muy elevados por el encarecimiento de todos los insumos: abono, gasoil, productos fitosanitarios … condenan al agricultor a una muerte segura ante la falta de rentabilidad de sus explotaciones agrarias. El Gobierno ha prometido una lluvia de millones que no llegan al campo. Estos días el ministro de Agricultura en funciones Luis Planas ha vuelto a prometer nuevas ayudas que los agricultores seguimos esperando como agua de mayo.
Plantación de almendros de la variedad vairo Foto: PS
Venimos de una campaña anterior muy mala por las heladas y las fuertes lluvias de marzo donde tampoco hubo producción, a pesar de ello los precios continúan a la baja. La importación de la almendra californiana ha hecho que bajen nuevamente los precios.
Desde que planté los almendros en 2017 llevo tres años consecutivos dando parte al seguro por falta de producción. Hubo una buena floración durante la primavera, pero no cuajó la flor. Cuando no es la sequía son las lluvias o las heladas.
Ante la falta de rentabilidad del cereal decidí reconvertir parte de la finca, alrededor de 44 hectáreas, en almendros (11.000 árboles) y el resto en viña en espaldera, sobre 43.000 plantas. Me queda todavía por plantar un campo de 7,5 hectáreas que tuve que arrancar porque la planta se secaba. La syrah aquí no ha funcionado y por lo que he hablado con otros viticultores de la zona también les ha dado problemas.
Me decidí por el almendro y no por el olivo porque en aquel momento los precios de la almendra estaban por las nubes y era un producto muy demandado por el consumidor. Había mucha demanda en el mercado. El almendro como el olivo tiene pocos gastos de mantenimiento, comparado con la viña. No necesita muchos tratamientos y con un par de rejas al año es suficiente. El coste más elevado quizás sea el de la poda. En mi caso me decidí por una variedad como la vairo y la Lauranne que tienen una poda más sencilla y rápida. Además, toda la plantación está en ecológico. La viña la sigo manteniendo en convencional, pero no descarto pasarla en un futuro a ecológico. Si no lo he hecho hasta ahora es por el tema de las plagas. Los tratamientos en ecológico no son tan eficaces como en convencional. Yo tengo un grave problema de oídio, sobre todo, en la cabernet sauvignon que muchas veces ni con los productos convencionales soy capaz de frenar.
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