Robos en Fontanars

Una de las cosas que más me fascinó cuando decidí venirme a vivir a Fontanares era su tranquilidad. Acostumbrado a vivir en la ciudad, esto era un remanso de paz. Otro aspecto que también me gustó era la seguridad que había en el pueblo y en las fincas de alrededor. Podías dejar el coche aparcado en la calle con las llaves puestas con la absoluta certeza de que al regresar el coche estaría en el mismo lugar, sin que nadie hubiera intentado robártelo. Digo las llaves como dejarte el coche abierto, sin bajar los seguros o como, en mi caso, que tengo una pick- up dejarte cosas en el cajón trasero, sin que nadie osara llevárselo. Ayer viernes, sin embargo, me ocurrió algo que no me había pasado en los más de veinte años que llevo viviendo en Fontanares, quitado del robo que sufrí este verano donde me robaron tres motos de la marca Montesa. Dejé en la parte trasera de la pick up unos sacos de pienso y de comida para el caballo, muy cerca de donde estaba comiendo, el pub Trajín, y me robaron todo lo que llevaba. No contentos con sustraer la comida de los perros y del caballo, volcaron por la acera un basket de naranjas que llevaba en el coche. El robo ocurrió entre las 5 y las 6 de la tarde, a plena luz del día y en una calle céntrica. El coche lo tenía aparcado al lado del pub Trajín. Cuando salí de comer había un reguero de naranjas esparcidas por toda la calle. He dado parte a la Guardia Civil para denunciar estos hechos. También he informado al alcalde para que esté al corriente de lo sucedido. Quisiera aprovechar estas líneas para pedir por favor que si alguien del pueblo ha visto algo se ponga en contacto conmigo. Es una auténtica pena que ocurran estas cosas en un pueblo como Fontanares, donde por desgracia este mismo verano sufrí otro robo donde me sustrajeron tres montesas de las que solo he podido recuperar la cota 49 que me regaló mi padre cuando yo era muy pequeño. La enduro 250 apareció calcinada en un camino a las afueras del pueblo y de la cota 172 ya no he vuelto a saber nada.