Nuevas enfermedades azotan a los viñedos en els Alforins
Pese a que el calor es un buen aliado para combatir las plagas más comunes, han proliferado otras afecciones como el mosquito verde o la yesca
En el campo, cuando no son pitos son flautas. Que la agricultura es una profesión de riesgo, lo saben todos los que se dedican a ella, algunos por una cuestión más sentimental que económica, si es que realmente se puede vivir de la agricultura, lo cual daría para otro debate. Este año que se presentaba relativamente bueno para los viñedos dels Alforins, a pesar de la sequía, sobre todo en lo que se refiere a la sanidad de las plantas, porque el calor es un buen aliado para combatir plagas como el oídio o el mildiu. Sin embargo, han aparecido otras enfermedades que hasta ahora afectaban poco al viñedo, al menos en esta zona no se conocían con la intensidad que han aparecido esta campaña, como son el mosquito verde y la araña amarilla. En el caso del mosquito verde que ataca los nervios de las hojas, ya que se alimenta de la savia de la planta,, se incrementa en condiciones climáticas de altas temperaturas, como es el verano. Todo lo contrario de lo que ocurre con el oídio, que se propaga por los cambios de humedad y temperatura y donde el calor evita que se extienda, matando el hongo.
Los ácaros en general y, especialmente, la araña son de hábitos fitófagos, es decir, se alimentan de los tejidos verdes de las plantas, principalmente de hojas y tallos, alimentándose de la savia de la planta.
Otra enfermedad típica del tempranillo o de la monastrell, como es la yesca, está propagándose en otras variedades, como la cabernet sauvignon, que era bastante resistente a este hongo que afecta a la madera y termina por secar la planta. La yesca no es una enfermedad nueva, pero fluctúa según los años. Desde que la UE prohibió el uso del arsenito de sodio en 2003 por considerarlo un producto altamente tóxico y cancerígeno, la enfermedad se ha propagado con gran rapidez por toda Europa y no existen productos fitosanitarios eficaces para combatirla.
El primero que me alertó sobre la aparición de yesca en el cabernet sauvignon fue mi vecino Mauro Matarredona, que ya ha procedido a cortar las cepas por debajo de donde aparece la enfermedad para conseguir que mueva el año siguiente.
Esta campaña, en las parcelas que hay plantadas en la finca de cabernet sauvignon se han detectado por primera vez cepas afectadas por la yesca, aunque en un grado incipiente. Las hojas están empezando a secarse. Siguiendo el criterio del técnico de campo, vamos a probar a tratarlas con un producto que se llama Solka, un fungicida ecológico que se aplica de manera foliar, mojando las hojas. Hemos marcado con una cinta blanca y roja las cepas afectadas, como puede observarse en la fotografía que hay más abajo para identificar mejor las cepas enfermas por yesca y así no utilizar las mismas tijeras y evitar el contagio en la poda.
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