Malditas drogas
El consumo de drogas en España no deja de crecer año tras año. También las muertes que provoca. En el último decenio se han multiplicado las muertes. En 2021, últimas cifras disponibles, murieron 1.046 personas como consecuencia del consumo de drogas. La cocaína es la droga más consumida sobre todo entre los jóvenes. Se calcula que más de un 10% de la población consume esta droga. Solo en España el negocio de la droga mueve más de 8.000 millones de euros anuales. Los decomisos e incautaciones solo representan una parte muy pequeña de la droga que entra por nuestras fronteras.
El narcotráfico y el tráfico ilegal de estupefacientes acabaría en el mismo momento que las drogas, todas, se legalizaran, pero hay muchos intereses económicos de Gobiernos y Estados implicados que impiden tomar una solución conjunta al grave problema del tráfico de drogas. Su legalización, como se dice, no incrementaría su consumo, es legal consumir alcohol y tabaco, que son igualmente drogas, y no por ello aumenta su consumo. ¿Qué costaría comprar una cajetilla de tabaco o una botella de alcohol, si estuviera prohibida su venta, como ocurre con las drogas? El precio se dispararía por mil.
Mucha de la droga no es pura sino que está adulterada y se mezcla con otros productos como la cafeína o el Levamisol, poniendo todavía más en riesgo la salud de las personas que la consumen. La Ley Seca en EEUU que prohibió el consumo de bebidas alcohólicas, aumentó el crimen organizado y provocó igualmente que aumentara el mercado negro de importación de bebidas alcohólicas. Aquello que el propio presidente de los EEUU Herbert Hoover calificó como un “gran experimento social y económico” fue un auténtico fracaso que costó muchas vidas humanas.
Las drogas no solo matan también destrozan familias. Tengo amigos que han muerto por su adicción a las drogas y por desgracia en mi entorno familiar me toca muy de cerca con una persona a la que quiero mucho y de la que espero y confío en su pronta recuperación. Sé el esfuerzo que está haciendo su madre para que todo salga bien, dejándose la vida en ello. Aún cuesta más cuando en todo este infierno no cuentas con el apoyo familiar.
Vencer la drogadicción y salir de ese mundo es muy complicado. Muy pocos lo consiguen. La droga deja secuelas de por vida.
El drogadicto es un enfermo que necesita atención médica y tratamiento farmacológico. Los centros de rehabilitación privados son enormemente caros. Ingresar en un centro de desintoxicación constituye una decisión transcendental para una persona que sufre adicción y también para su familia, pero los precios son desorbitados. Podemos hablar entre 3.000 y 6.000 euros mensuales. El tratamiento, dependiendo del estado de enfermo dura entre 3 y seis meses. Una cantidad de dinero que escapa al bolsillo de muchas familias.
En el ámbito público, existe lo que se llaman las UCA que son Unidas de Conductas Adictivas de la Conselleria de la Generalitat Valenciana dedicadas al tratamiento, la prevención y la rehabilitación de adicciones. Es una pequeña ayuda, pero insuficiente porque el personal médico no está constituido por psiquiatras y funciona a modo de un centro de salud.
Se necesitan más centros públicos para ayudar a todas estas personas y sus familiares en un contexto donde por desgracia el consumo de drogas va en aumento y cada vez hay más personas que necesitan tratamiento.
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